Micro, chica, bien apretada Mañana, nadie habla Sube señora, pelo blanco, pies gastados Se sienta, PLAY, empieza Habla en voz alta, con voz raspada de anciana, Saca su sagrada palabra. Biblia, añeja, antigua Su voz tiritona resuena en la micro entera Un tal Satanás y la sinagoga Se confundenen mis orejas En mi trance mañanero, los cuerpos avanzan, retroceden, Se mezclan y se llaman La señora invita a cambiar la indiferencia Por más verdaden las miradas. El chofer suspira, la señora de al lado la mira tranquila Entre el sueño y mi risa espero contagiarte la certeza Que esto no es más que una película